Bueno, mañana es el día... 27 años que caen. Y por una vez no me hace mucha ilusión.
En mi familia nos gusta celebrar los cumpleaños y tenemos una pequeña tradición que yo pensaba que era normal, pero que con el tiempo he visto que no lo es tanto. Es la "mesa de cumpleaños". En la foto de arriba podeis ver la que preparó mi abuela para mi el año pasado. Puede parecer una tontería, pero es una de las cosas que mas ilusión me hacen.
Para mi no se trata de las flores, ni de los regalos si no del detalle de que alguien quiera hacer algo bonito por ti. Además en la mesa se ponen las tarjetas de felicitación. En mi caso, suelo tener una tarjeta con un texto precioso de mi abuela, y dibujos de los niños. Me encantan, tengo guardados casi todos desde que cumplí 18 (las tarjetas de ese año fueron monumentalmente buenas).
Por otro lado el día de mi cumpleaños para mi tiene un significado simbólico: Es un día de cambio, en el que dejas un año de tu vida atrás y comienzas otro diferente. Y ese comienzo hay que hacerlo renovada y con alegría. Todos los años antes de mi cumple me voy a la pelu, y el día en cuestión siempre estreno algo. Éste año la pelu ha sido casera y bastante cutre, pero voy a estrenar unos pendientes preciosos que me autoregalé el otro día.
Porqué no me hace ilusión entonces? En primer lugar porque tal como hemos planificado las celebraciones familiares, parece que me voy a quedar sin mesa. Parece una tontería, pero me fastidia.
Por otro lado, tras las conclusiones del pasado balance, cumplir un año más es como añadir sal a la herida. Por mucho que todo el mundo se empeñe en decirme que con 27 todavía soy jóven, ya tengo una edad. Y desde luego es una edad en la que todo debería estar mucho más encaminado de lo que está.
Por último, y para no variar, de nuevo voy a incumplir una promesa. El año pasado, una amiga mía que cumple años en una fecha muy cercana a la mía, tuvo una pequeña decepción amorosa justo en el día de su cumpleaños. Esa misma noche me dijo "Prométeme que el año que viene ninguna de las 2 se levantará sola el día de su cumpleaños". Ella lo va a cumplir, yo obviamente no. No me duele por levantarme sola en si, si no porque de nuevo tuvimos unas espectativas y nos equivocamos... Y ya van muchas.
Mi 25 cumpleaños fue un auténtico desastre que no quiero ni recordar. El del año pasado, una maravilla. Dentro de una semana habrán pasado todas las celebraciones (el sábado hay cena en mi casa) y haremos balance.
Antes de irme, os quiero dejar con mi regalo de cumpleaños para vosotros. El sábado estuve con unos amigos en un Karaoke (sin comentarios). Una de las personas con las que estuve es una gran cantante y amiga. Es una de las pocas personas que me provoca auténticos escalofrios cuando canta, tiene una voz impresionante, y en el Karaoke os aseguro que fué un placer enorme poder escucharla. Se llama Gema Vau y os voy a dejar dos ejemplos:
Para quien tenga niños, una canción interpretada por ella en el disco infantil "Heroes de Pacotilla":
Y ahora, en un registro totalmente diferente: Gema al frente de Biosfear, una banda de metal progresivo que en mi opinión puede llegar a ser una de las mejores del país. Os dejo con Reminiscencia, que para mi es un auténtico temazo.