Hala, ya se puede decir en alto. Todo el mundo que se tenía que enterar ya se ha enterado o está en ello, y quien no lo sabe no lo va a hacer por el blog. Así que eso, que si, que T. y yo nos casamos, si todo va bien, a finales de junio (no digo la fecha por si se gafa, pero yo la tengo clara). Para los que os perdisteis (que creo que no fue nadie, porque muy difícil no lo puse) la entrada original está aquí.
El papeleo ya lo hemos empezado, porque si no no llegamos a tiempo a la fecha ni de broma, de hecho, yo sigo teniendo mis dudas. El domingo fuimos a la embajada a que nos confirmaran qué y cuando tenemos que entregar, y si no hay ningún problema, el domingo que viene entregamos los papeles. T. ya tiene todo (se ha dado prisa el hombre) y a mi me falta un papel que llegará aquí el viernes. Cuando la embajada de el OK, empezaremos con la burocracia egipcia, que esa pinta divertida. Lo bueno es que el 80% lo hará T., primero porque a mi no me necesita para sellar papeles y segundo porque yo tengo la excusa del trabajo (T. tiene un horario libre, así que se puede permitir ir a hacer papeles antes de ir a la oficina).
El domingo y el lunes también tocó renovación de visado en la Mogama. Ésta vez no hubo 12 pruebas de Asterix, porque una de las ventajas de los disturbios en Tahrir es que nadie se acerca por allí, así que la Mogama estaba vacía. Eso si, el lunes llegamos llorando como magdalenas, porque yo llegué a escuchar no solo una, si no 3 bombas de gas lacrimógeno en lo que recorrimos la escasa distancia que hay desde el museo (donde aparcamos) hasta el edificio en cuestión. Obviamente optamos por no salir, y esperar dentro tomando un café. Y ya de paso nos encontramos otros 2 españoles haciendo el mismo trámite. Podríamos haber rodado "Españoles por Mogama".
El caso es que el lunes andaba yo muy contenta, porque una vez de camino a casa parecía que todo iba viento popa. Pero como bien le dije a una amiga mía, algo me tenía que pasar. Y ese algo tuvo que venir de mano de SantaMadre. Diría que estuve a punto de asesinarla aunque fuera via Skype, pero no, la pobre también se llevó un buen disgusto.
Resulta que para poder casarme en Egipto, tengo que justificar mi religión, ya que un musulmán solo se puede casar con otra musulmana, cristiana o judía. Vamos, que me piden un papelito que demuestre que no soy atea, ni budista, ni nada por el estilo. Y cual es el papelito de marras? Pues mi partida de bautismo. El caso es que como no se fían ni de su sombra (no vaya a ser que a escondidas le pongamos velas a Shiva) piden que esté traducida, sellada, y casi firmada con sangre por el cura que te bautizó. Que narices, eso sería mas fácil. De hecho, creo que no tienen muy claro lo que quieren. Pero básicamente se trata de que algún organismo egipcio, o que esté en Egipto, confirme que ese papel es real. En mi caso, opté por la traducción jurada (en España, en Egipto no existen traductores jurados de español) y estamos con el tema de la legalización en la embajada. Mi madre encontró un traductor jurado en Madrid, que además lo tendría rápido y barato. Demasiado bien sonaba. Os transcribo la conversación que tuvimos el lunes, cuando ya tuvo la traducción en sus manos, porque a mi todavía me fascina. Perdón por el lenguaje vulgar.
Drew: Pero pone en algún sitio que es traducción jurada?
SantaMadre: A ver es un papel con el texto en español, otro en ingles, sellado por ella, y pone que es traductora jurada y que jura que esta traducido fielmente
Drew: En inglés???
SantaMadre: No jodas que lo querías en árabe (No madre, como se te ocurre, lo quería en japonés...)
Drew: Coño, claro
SantaMadre: Ostras... pero tiaaaa
Como os podéis imaginar, casi me da algo. Por suerte, cuando llamé a mi amiga C. (española residente en Cairo) para contárselo, le entró tal ataque de risa que me lo contagió, y acabé sujetada a la encimera de la cocina riéndome a carcajada limpia. Que si lo quería al árabe... Para matarla. En fin, eso ya está solucionado.
Podríamos discutir si SantaMadre es cruel por pegarme semejante susto, o si la cruel soy yo por tenerla liada con tanto papeleo. Pero para que discutir, si Santa Madre ya se ha tomado la venganza por su mano. Por ésto, y por haberme plantado en Tahrir el viernes. Si, se enteró, no lo dudéis.
Situación: Martes por la mañana, T. se acaba de marchar y yo estoy desayunando felizmente en el sofá, pensando en bajar a Rei. De repente, suena el teléfono, número español. Perdona?? Quien me llama desde España al móvil? Contesto.
"Eres Andrea?" "Si" "Oye mira, te llamo de Onda Cero, es que tu madre nos ha mandado un mail diciendo que vives en Cairo y que estuviste el viernes en Tahrir, y queríamos saber si puedes entrar en directo en el Herrera en la Onda".
Imaginad mi cara. En fin, que ahí que entré, rezando por no hacer demasiado el ridículo. Para quien lo quiera escuchar, aquí tenéis el link directo.
Venga vale, no voy a ser mala, la verdad es que me lo pasé muy bien, y es todo un honor participar en el programa de Carlos Herrera, pero hubiera sido un detalle por parte de SantaMadre avisarme de que había mandando un mail a la radio con mi número de teléfono.
Y en fin, hasta aquí la "actualización sobre el estado de la boda" de hoy. Volvemos mañana con premios y el viernes con San Google, con la colaboración de Eva que tengo en la nevera.
Feliz miércoles!